miércoles, 17 de septiembre de 2008

Continuidad de los parques- Leído por Julio Cortázar

Hola, en este link pueden ver un video sobre el cuento "Continuidad de los parques", leído por su autor, Julio Cortázar.


http://www.youtube.com/watch?v=vpY7c5z8diQ&feature=related

Espero que lo disfruten.

Cariños,

La Profe

La Niña de Guatemala- Poema- José Martí y Canción de los Olimareños

Auí tienen el texto del poema de José Martí "La Niña de Guatemala". Si siguen este link pueden ver un video con el poema musicalizado por los Olimareños.

http://www.youtube.com/watch?v=iPaC2y1gpRM

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La Niña de Guatemala

José Martí

Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...

Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...

Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.

Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente —¡la frente
que más he amado en mi vida!...

Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.

Casa tomada- Julio Cortázar

Hola, en este link hay una animación sobre el cuento "Casa tomada" de Julio Cortázar

http://www.youtube.com/watch?v=tWP5oaNtJzU

El cuento está leído por el propio Cortázar.

Espero que les guste.

Cariños,

La Profe

lunes, 15 de septiembre de 2008

Algunos poemas de Emily Dickinson


MORIR NO DUELE MUCHO

Morir no duele mucho:
nos duele más la vida.
Pero el morir es cosa diferente,
tras la puerta escondida:

la costumbre del sur, cuando los pájaros
antes que el hielo venga,
van a un clima mejor. Nosotros somos
pájaros que se quedan:

los temblorosos junto al umbral campesino,
que la migaja buscan,

brindada avaramente, hasta que ya la nieve
piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.

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POEMA 739

Muchas veces pensé que la paz había llegado
cuando la paz estaba muy lejos-
como los náufragos- creen que ven la tierra-
en el centro del mar-

y luchan más débilmente -sólo para probar
tan deshauciadamente como yo-
cuántas ficticias costas-
antes del puerto hay-

Versión de Silvina Ocampo


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PRESENTIMIENTO

Presentimiento es esa larga sombra
que poco a poco avanza sobre el césped
cuando el sol sus imperios abandona...

Presentimiento es el susurro tenue
que corre entre la hierba temerosa
para decirle que la noche viene.

Versión de Carlos López Narváez

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QUE YO SIEMPRE AMÉ...

Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví -bastante-

que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad

esto -si lo dudas- querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario

Versión de Silvina Ocampo

martes, 9 de septiembre de 2008

Definición de Géneros Literarios

Clasificar y agrupar la vasta producción de obras literarias en distintos géneros, obedece a la necesidad que tiene el hombre de organizar, en categorías, elementos independientes pero de características semejantes, para diferenciarlos de otros con particularidades distintas. De hecho, ¿sabías que la palabra género, derivada del latín genus (-eris), significa origen de familia, linaje, estirpe?

Así es que, acercándonos a una definición del concepto de género literario, podríamos decir que éste es la “Expresión con la que se denomina un modelo estructural que sirve como criterio de clasificación y agrupación de textos (atendiendo a las semejanzas de construcción, temática y modalidad de discurso literario) y como marco de referencia y expectativas para escritores y públicos” (Demetrio Etébanez Calderón. Diccionario de términos literarios, Madrid: Alianza, 1996).

Siguiendo la definición anterior, es decir, considerando las semejanzas de construcción, temática y modalidad de discurso de las diversas obras literarias, tradicionalmente se han establecido tres grandes géneros literarios:

Lírico: género literario que se caracteriza por ser cauce de expresión de la subjetividad del hombre, sus sentimientos y emociones al observarse a sí mismo y al contemplar el mundo en el que está inmerso.

Narrativo: texto oral o escrito que cuenta, en la voz de un narrador, hechos protagonizados por personas (o seres personificados). Se caracteriza por la sucesión temporal de una o varias secuencias y una determinada organización estructural compuesta por un planteamiento, un desarrollo y un desenlace.

Dramático: escrito en verso o en prosa que representa un episodio o conflicto de los seres humanos a través del diálogo de los personajes y se diferencia de los demás géneros por su virtualidad teatral o posibilidad de representación pública sobre un escenario

lunes, 8 de septiembre de 2008

Romance sonámbulo- Federico García Lorca


A Gloria Giner
y a Fernando de los Ríos


Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

La Canción o el Poema- Idea Vilariño- Alfredo Zitarrosa


Hoy que el tiempo ya pasó,
hoy que ya pasó la vida,
hoy que me río si pienso,
hoy que olvidé aquellos días,
no sé por qué me despierto
algunas noches vacías
oyendo una voz que canta
y que, tal vez, es la mía.

Quisiera morir –ahora– de amor,
para que supieras
cómo y cuánto te quería,
quisiera morir, quisiera… de amor,
para que supieras…

Algunas noches de paz,
–si es que las hay todavía–
pasando como sin mí
por esas calles vacías,
entre la sombra acechante
y un triste olor de glicinas,
escucho una voz que canta
y que, tal vez, es la mía.

Quisiera morir –ahora– de amor,
para que supieras
cómo y cuánto te quería;
quisiera morir, quisiera… de amor,
para que supieras…

Ya no


Ya no será,

ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo

no coseré tu ropa, no te tendré de noche

no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui

por qué me amaron otros.


No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca

ni si era de verdad lo que dijiste que era,

ni quién fuiste, ni qué fui para ti

ni cómo hubiera sido vivir juntos,

querernos, esperarnos, estar.


Ya no soy más que yo para siempre y tú

Ya no serás para mí más que tú.

Ya no estás en un día futuro

no sabré dónde vives, con quién

ni si te acuerdas.


No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.

No volveré a tocarte. No te veré morir.

miércoles, 3 de septiembre de 2008


Sonatina


Rubén Darío



La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.


El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.


¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?


¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de Mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.


Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.


¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.


¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!


«Calla, calla, princesa, dice el hada madrina,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor.»

Verso Alejandrino: Qué es y Cómo lo usa Rubén Darío

Rubén Darío hizo cambios e innovaciones en la lengua y la poesía castellana. Un ejemplo es el uso del verso llamado Alejandrino, que consta de 14 sílabas divididas en dos partes, llamadas hemistiquios. El poema "Sonatina" es un ejemplo del uso renovado del verso Alejandrino por parte de Rubén Darío. No se asusten con las palabras, y lean el ejemplo. Van a poder sentir el efecto musical que logra Darío, y que se explica aquí debajo.

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Alejandrino es el verso de catorce sílabas métricas compuesto de dos hemistiquios de siete sílabas con acento en la sexta y decimotercera sílaba, si hablamos del alejandrino clásico, ya que acepta otro tipo de acentuaciones siempre y cuando se respete la cesura o pausa entre los dos hemistiquios heptasílabos.

Aunque existen ejemplos anteriores de utilización del verso alejandrino en la poesía castellana del siglo XIX, el hallazgo de Darío consistió en liberar este verso de la rígida correspondencia hasta entonces existente entre la estructura sintáctica del verso y su división métrica en dos hemistiquios, recurriendo a varios tipos de encabalgamiento.

En los poemas de Darío, la cesura entre los dos hemistiquios se encuentra a veces entre un artículo y un nombre, entre este último y el adjetivo que lo acompaña, o incluso en el interior de una misma palabra.[ ]Darío adaptó este verso a estrofas y poemas estróficos para las que tradicionalmente se empleaba el endecasílabo, tales como el cuarteto, el sexteto y el soneto.

Alejandrino anapéstico o dactílico

El alejandrino anapéstico es el que acentúa siempre las sílabas tercera y sexta de los dos hemistiquios, es decir, la tercera, la sexta, la décima y la décimotercera de cada verso. (Sílabas 3, 6, 10 y 13, ver negrita en primer verso del ejemplo)

La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

(Primeros versos de Sonatina de Rubén Darío)

martes, 2 de septiembre de 2008

Machado lee poema de Rubén Darío "Lo Fatal"

Hacer click en este link para escuchar una lectura del poema "Lo Fatal", de Rubén Darío, por el poeta español Antonio Machado. En primer plano, en la platea, se puede ver al poeta y dramaturgo español Federico García Lorca.


http://www.youtube.com/watch?v=sESRCrLakdI&feature=related

Lo Fatal- Rubén Darío- Comentario

COMENTARIO LITERARIO DEL POEMA LO FATAL DE RUBÉN DARÍO

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos…!


LOCALIZACIÓN

El poema pertenece al poeta nicaragüense Félix Rubén Darío Sarmiento (1867-1916), inspirador del movimiento poético de fines del XIX y principios del XX, denominado Modernismo. En su producción poética distinguimos tres etapas, representadas por tres libros que marcarán su trayectoria : Azul (1888), que marca un Modernismo preciosista y de mayor influencia francesa; Prosas profanas (1896), culminación del Modernismo más exuberante y rotundo, con el triunfo de la polimetría, la sensualidad y musicalidad; y por último, Cantos de vida y esperanza (1905), al que pertenece el poema que comentamos, evolucionando hacia una poesía más reflexiva y preocupada por los temas hispánicos y existenciales, con un lenguaje más sobrio y menos preciosista que antes.

TEMA

Reflexión angustiada sobre el dolor de vivir y el sentido de la vida humana, en contraste con la certeza de la muerte.
La desazón existencial propia de la crisis finisecular es un tema típico del Modernismo.

ESTRUCTURA

a) ESTRUCTURA INTERNA:

El poema se divide en cuatro apartados:

1º) vv. 1-4: Se muestra el dolor del hombre por ser consciente, frente a los demás seres de la creación.
Formalmente, los verbos están en un presente intemporal.

2º) vv. 5-9: Se expresa la angustia ante la incertidumbre de la vida, en contraste con la certeza de la muerte. Predominan los infinitivos, formas verbales que se proyectan a un futuro (incierto y angustioso).

3º) vv. 10-11: Aparecen los dos polos opuestos en la vida del hombre: la vida tentadora con sus placeres, y la muerte que nos espera como supremo dolor. De nuevo, los verbos en presente intemporal.

4º) vv. 12-13: Expresión de la angustia existencial ya tratada, pero ahora sintetizada en los dos versos finales, de forma exclamativa.

b) EXTERNA:

Métricamente posee una estructura característica de la renovación modernista. Consta de tres estrofas: las dos primeras son serventesios de versos alejandrinos de rima consonante y alterna (ABAB – CDCD), y la última es otro serventesio pero con la particularidad de que el último verso, en vez de ser un alejandrino, se fragmenta en dos, un eneasílabo y un heptasílabo. El uso de alejandrinos y eneasílabos son innovaciones modernistas. Se puede considerar también un soneto truncado: el último terceto se reduce a dos versos.

ANÁLISIS ESTILÍSTICO


En el primer apartado se manifiesta una actitud ante la vida pesimista, ya que esta supone para el hombre dolor. Dicho término se repite en dos ocasiones en el verso 3, y se refuerza con el sustantivo pesadumbre. El dolor es consustancial con la existencia humana: el dolor se ser vivo.

El título del poema Lo fatal nos advierte ya del sentido doloroso del poema.
Se hace una gradación entre los seres de la creación:
la piedra (no siente) ----------------- el árbol ( apenas sensitivo) ---------------------- el hombre (sensitivo y consciente)

Así, todos los seres de la creación, excepto el hombre, son dichosos. El hecho de ser consciente de ser vivo (es decir, su capacidad de reflexión sobre el destino y el sentido de la vida) supone el mayor dolor.

Los apartados segundo y tercero son una enumeración de los males que suponen el vivir y que provocan la angustia existencial, siendo el peor, la certeza de la muerte (v. 7 el espanto seguro de estar mañana muerto). Darío consigue mayor expresividad de sus sentimientos a través de recursos, basados sobre todo en la repetición:

● Polisíndeton: cada elemento de la enumeración se coordina con la conjunción copulativa y al siguiente, como si la angustia del poeta fuese en aumento.

● Antítesis: Por la vida / por la sombra (metáfora de la muerte). Este recurso se da a lo largo del poema, por lo que los ejemplos son varios: sensitivo / ya no siente (vv. 1-2), frescos racimos / fúnebres ramos (vv. 10-11)…

● Gradación ascendente de términos que significan miedo, angustia: temor, terror, espanto (vv. 6-7) y que abarcan los tres tiempos: presente (ser sin rumbo cierto), pasado (el temor de haber sido) y futuro (un futuro terror), lo que supone una angustia dolorosa.

El tercer apartado enlaza con lo anterior mediante un violento encabalgamiento que une el segundo serventesio con el tercero y que refleja la brusquedad del ánimo del poeta. En este serventesio se nos muestran los dos polos opuestos de la vida humana: el impulso erótico vital (la carne que tienta con sus frescos racimos) y la muerte ( la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos).
Para expresar esta oposición utiliza el paralelismo sintáctico, perfecto, y con el mismo ritmo acentual en los dos alejandrinos (acentos en 3ª, 6ª, 10ª y 13ª sílabas), y la antítesis (ya comentada).

El último apartado es una síntesis de toda la angustia existencial que nos ha mostrado el poeta en todos los versos anteriores. Los versos 12 y 13 se resaltan por adoptar una forma métrica diferente y por ser exclamativos; asimismo se utiliza el paralelismo y la antítesis de nuevo para resumir la falta de sentido, de rumbo, de la existencia humana: ¡Y no saber adónde vamos / ni de dónde venimos!, detectada en el uso de las interrogativas indirectas parciales.


Fuente: http://ejournal.eduprojects.net/Museo15/media/comentariorubendario.doc.

Lo Fatal- Rubén Darío

LO FATAL

A René Pérez

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
!y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...

Introducción al Modernismo

El Modernismo surgió en los últimos años del siglo XIX en América Latina. El máximo representante del Modernismo es el nicaragüense Rubén Darío.

Su intención era renovar la situación social y política, así como las tendencias artísticas del momento, es decir, el Realismo y el Naturalismo. Su desarrollo llegaría hasta la Primera Guerra Mundial. En este período se producen acontecimientos como la crisis y el desastre del 98 para España. (El año 1898 significó para España la pérdida definitiva de todas sus antiguas colonias americanas.)

Características

Los rasgos característicos del Modernismo se ven tanto en los temas como en el estilo. En general, desea la armonía, la plenitud y la perfección de un mundo que quieren idealizar y del cual huyen.

Temas

La belleza sensorial y la huida del mundo: los modernistas buscan un mundo más bello y expresivo en donde puedan refugiarse, quieren huir del mundo real, de lo cotidiano y de la rutina abstracta. Por tanto, tienen predilección por el mundo medieval, por el mundo clásico y el Renacimiento, por la Francia de Versailles y por los lugares lejanos y exóticos. Son comunes los ambientes refinados e historias en las que aparecen princesas, y héroes mitológicos y literarios.

El color azul y el cisne son algunos de los elementos favoritos de los modernistas. El azul simboliza la libertad y el cisne representa la tendencia a lo aristocrático (en oposición a lo burgués). Esta tendencia a evadirse del mundo real y buscar otros más bellos tiene relación con el Romanticismo, anterior al Realismo.

El mundo interior del escritor: los modernistas se alejan del Realismo, que se centra en la observación de los ambientes y los paisajes, para pasar a describir sus sentimientos personales, que muchas veces se identifican con el paisaje, que es el reflejo del estado de ánimo del autor. Hay que destacar también el sensualismo y la idealización de la mujer y del amor. En la expresión del mundo interior también encontramos relación con el Romanticismo; aunque, por ejemplo, el amor imposible es tratado de manera distinta.

Estilo

Para plasmar la belleza y su mundo interior, los modernistas escogen cuidadosamente las palabras, para producir efectos de musicalidad y color.

Recursos:

Utilización de una gran cantidad de recursos fónicos como onomatopeyas, aliteraciones, etc.

Uso abundante de otras figuras literarias como metáforas, alegorías, paralelismos y sinestesias.

Empleo frecuente de adjetivación ornamental y de palabras exóticas, cultas y sugerentes que expresen sus sentimientos.

Recuperación de algunos tipos de versos poco utilizados, como el alejandrino, aunque se continúan utilizando otros como el endecasílabo y el octosílabo, que ya estaban más que consagrados en la literatura española.

Versificación por pies (distribución idéntica de acentos en grupos de sílabas iguales) para conseguir una acentuación del ritmo.