lunes, 15 de septiembre de 2008

Algunos poemas de Emily Dickinson


MORIR NO DUELE MUCHO

Morir no duele mucho:
nos duele más la vida.
Pero el morir es cosa diferente,
tras la puerta escondida:

la costumbre del sur, cuando los pájaros
antes que el hielo venga,
van a un clima mejor. Nosotros somos
pájaros que se quedan:

los temblorosos junto al umbral campesino,
que la migaja buscan,

brindada avaramente, hasta que ya la nieve
piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.

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POEMA 739

Muchas veces pensé que la paz había llegado
cuando la paz estaba muy lejos-
como los náufragos- creen que ven la tierra-
en el centro del mar-

y luchan más débilmente -sólo para probar
tan deshauciadamente como yo-
cuántas ficticias costas-
antes del puerto hay-

Versión de Silvina Ocampo


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PRESENTIMIENTO

Presentimiento es esa larga sombra
que poco a poco avanza sobre el césped
cuando el sol sus imperios abandona...

Presentimiento es el susurro tenue
que corre entre la hierba temerosa
para decirle que la noche viene.

Versión de Carlos López Narváez

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QUE YO SIEMPRE AMÉ...

Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví -bastante-

que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad

esto -si lo dudas- querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario

Versión de Silvina Ocampo

1 comentario:

La Profe dijo...

Niña Soto, aquí le dejé los poemas que me pidió. Espero que le gusten. Cuente a ver qué le parecen cuando los haya leído. Ah, fíjese también en la foto de Emily D. Como verá, está vestida de blanco. Se empezó a vestir así, poco después de cumplir los 30 años, y casi no volvió salir de la casa de su padre, y finalmente de su cuarto. Es "la dama de blanco" de la lírica norteamericana.