martes, 2 de septiembre de 2008

Introducción al Modernismo

El Modernismo surgió en los últimos años del siglo XIX en América Latina. El máximo representante del Modernismo es el nicaragüense Rubén Darío.

Su intención era renovar la situación social y política, así como las tendencias artísticas del momento, es decir, el Realismo y el Naturalismo. Su desarrollo llegaría hasta la Primera Guerra Mundial. En este período se producen acontecimientos como la crisis y el desastre del 98 para España. (El año 1898 significó para España la pérdida definitiva de todas sus antiguas colonias americanas.)

Características

Los rasgos característicos del Modernismo se ven tanto en los temas como en el estilo. En general, desea la armonía, la plenitud y la perfección de un mundo que quieren idealizar y del cual huyen.

Temas

La belleza sensorial y la huida del mundo: los modernistas buscan un mundo más bello y expresivo en donde puedan refugiarse, quieren huir del mundo real, de lo cotidiano y de la rutina abstracta. Por tanto, tienen predilección por el mundo medieval, por el mundo clásico y el Renacimiento, por la Francia de Versailles y por los lugares lejanos y exóticos. Son comunes los ambientes refinados e historias en las que aparecen princesas, y héroes mitológicos y literarios.

El color azul y el cisne son algunos de los elementos favoritos de los modernistas. El azul simboliza la libertad y el cisne representa la tendencia a lo aristocrático (en oposición a lo burgués). Esta tendencia a evadirse del mundo real y buscar otros más bellos tiene relación con el Romanticismo, anterior al Realismo.

El mundo interior del escritor: los modernistas se alejan del Realismo, que se centra en la observación de los ambientes y los paisajes, para pasar a describir sus sentimientos personales, que muchas veces se identifican con el paisaje, que es el reflejo del estado de ánimo del autor. Hay que destacar también el sensualismo y la idealización de la mujer y del amor. En la expresión del mundo interior también encontramos relación con el Romanticismo; aunque, por ejemplo, el amor imposible es tratado de manera distinta.

Estilo

Para plasmar la belleza y su mundo interior, los modernistas escogen cuidadosamente las palabras, para producir efectos de musicalidad y color.

Recursos:

Utilización de una gran cantidad de recursos fónicos como onomatopeyas, aliteraciones, etc.

Uso abundante de otras figuras literarias como metáforas, alegorías, paralelismos y sinestesias.

Empleo frecuente de adjetivación ornamental y de palabras exóticas, cultas y sugerentes que expresen sus sentimientos.

Recuperación de algunos tipos de versos poco utilizados, como el alejandrino, aunque se continúan utilizando otros como el endecasílabo y el octosílabo, que ya estaban más que consagrados en la literatura española.

Versificación por pies (distribución idéntica de acentos en grupos de sílabas iguales) para conseguir una acentuación del ritmo.